Hoy, como antesala de los días grandes de la Semana Santa, celebramos el Viernes de Dolores, día en que se rememoran los Dolores de Nuestra Madre Santísima, los Siete Dolores de la Virgen. Hoy, cientos de lugares festejan a María bajo esa preciosa advocación que a nosotros tanto nos dice y tanto nos llena. DOLORES, palabra plena de contenido, palabra que evoca salvación, palabra que evoca redención. Por los Dolores de María fuimos salvados muriendo su Hijo en la Cruz que nos redimió de la esclavitud del pecado. Por eso hoy nuestra Hermandad está de Fiesta, hoy es un día grande para nosotros, pese a que nuestra Función Principal la celebramos en septiembre con motivo de la festividad de los Dolores Gloriosos de María. Hoy es un día especial para la historia de nuestra Hermandad porque por primera vez Nuestra Madre saldrá en procesión para recorrer las calles de nuestro pueblo realizando el ejercicio del Via Crucis.
Este año, con motivo del Año de la Fe, los primeros cultos cuaresmales de nuestra hermandad se han celebrado en la Iglesia de Las Colonias, barrio torrijeño que ha acogido a su Madre, a nuestra Madre y le ha dado muestras del más sincero cariño. Esta tarde, María Santísima partirá del Barrio de Las Colonias para volver a su casa, a la Colegiata. El Beato Pérez de Godoy, mártir torrijeño y Patrón del Barrio se despedirá de la Madre a la que verá alejarse despacito por la nave central de la humilde iglesia; las paredes rezumarán melancolía al ver partir a la Madre a la que han custodiado estos días... Y el Beato, fijo en María nos repetirá bajito, al oído, las palabras que pronunció poco antes de recibir la palma del martirio: "Hermanos, no olvidemos que somos hijos de Dios". No olvidemos que somos hijos de su Hijo, hijos de Ella, no olvidemos nunca que con Ella TODO es posible.
Acompañemos esta tarde a María en la Eucaristía, y acompañémosla después por las calles de Torrijos, recordando los misterios de la Pasión y Muerte de su Santísimo Hijo. Feliz Viernes de Dolores, feliz día de nuestra Madre.
Hoy recordamos la Entrada de Jesús Triunfante en Jerusalén. Es Domingo de Ramos y el calendario va agotando los días que nos aproximan a uno de los más importantes del año para nuestra Hermandad: nuestra Estación de Penitencia. El paso ya está en la Colegiata esperando que la Reina sea entronizada, las flores ya han brotado para adornar a Nuestra Madre, y nosotros sus hijos ya sentimos ese cosquilleo que nos recuerda que el Martes Santo ya está cerca. 
Hoy, como antesala de los días grandes de la Semana Santa, celebramos el Viernes de Dolores, día en que se rememoran los Dolores de Nuestra Madre Santísima, los Siete Dolores de la Virgen. Hoy, cientos de lugares festejan a María bajo esa preciosa advocación que a nosotros tanto nos dice y tanto nos llena. DOLORES, palabra plena de contenido, palabra que evoca salvación, palabra que evoca redención. Por los Dolores de María fuimos salvados muriendo su Hijo en la Cruz que nos redimió de la esclavitud del pecado. Por eso hoy nuestra Hermandad está de Fiesta, hoy es un día grande para nosotros, pese a que nuestra Función Principal la celebramos en septiembre con motivo de la festividad de los Dolores Gloriosos de María. Hoy es un día especial para la historia de nuestra Hermandad porque por primera vez Nuestra Madre saldrá en procesión para recorrer las calles de nuestro pueblo realizando el ejercicio del Via Crucis.
