El pasado 17 de marzo, Domingo de Pasión, la imagen de María Santísima de los Dolores volvía a nuestro pueblo tras haber permanecido dos meses en restauración. Los trabajos se han llevado a cabo en un taller de restauración de Toledo, y como se puede comprobar, el resultado ha sido excelente. Nuestra Madre vuelve a lucir con todo su esplendor, y ha sido presentada a los fieles esta misma tarde con motivo del primer día del Triduo en su honor. Además, para la ocasión ha estrenado manto y saya nuevos, así como el corazón con los siete puñales. La saya está realizada en tela brocada de color crudo con motivos vegetales en hilo de oro, y el manto en terciopelo de color azul pavo real.
Además de restaurar la imagen sagrada también se ha restaurado una de sus preseas: la diadema que ciñe sus benditas sienes. Ha sido bañada en plata y vuelve a lucir su aspecto original que no podía apreciarse debido al deterioro que había sufrido con el paso del tiempo.
Mucho se ha echado de menos la visita a Nuestra Madre en su capilla en este corto período de tiempo que para los devotos se ha hecho largo. Pero ahora nuestra Virgen vuelve a su casa para recibir nuestro amor y nuestro cariño, y para seguir ofreciéndonos su protección maternal.
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