Durante todo el fin de semana ha tenido lugar en la localidad toledana de Ocaña, el II Congreso de Hermandades y Cofradías de la Archidiócesis de Toledo.
El Viernes 5 de marzo, tras el recibimiento y la entrega de material de trabajo por parte de la organización del Congreso, tuvimos la oportunidad de escuchar Misa en el convento de las Claras donde se venera la imagen de Ntro. Padre Jesús de Medinaceli, de gran devoción en la localidad. Debido a las inclemencias del tiempo, la procesión penitencial prevista para ese día, tuvo que ser suspendida. En ella hubieran participado las imágenes de Medinaceli y la Piedad de Ocaña, el Ecce Homo de Consuegra, y la Virgen de los Dolores de Villacañas. Fue una pena, pues por culpa de la lluvia se vió deslucido un acto que hubiera sido muy emotivo, y el cuál nuestros hermanos de Ocaña y las Hermandades que cedieron sus pasos, habían preparado con tanta ilusión.
A las ocho de la tarde llegaba nuestro Arzobispo Primado, D. Braulio Rodríguez Plaza, a la Iglesia de Santa María, donde tras saludar a todas las Hermandades y Cofradías participantes, tuvo lugar el acto penitencial.
La jornada del sábado, la más intensa de todas, también nos recibió cubierta de nubes y lluvia, pero las ganas y la ilusión de los que participamos en el encuentro no se vinieron abajo por ello. Comenzábamos el día con la Oración que presidió nuestro Arzobispo, seguida de las palabras de D. Gregorio, Presidente de la Junta de Cofradías de Ocaña, el párroco de la Villa, y D. José Antonio Martínez, Director del Secretariado de HH y CC de la Archidiócesis. Seguidamente dieron comienzo las ponencias en las que se trataron los temas hacia los que iba enfocado este II Encuentro. En la primera parte se habló de los niños, los jóvenes y los alejados de nuestras Hermandades y Cofradías; en la segunda de la formación catequética, litúrgica y eclesial de los cofrades. Sin duda alguna, temas de suma importacia que nos conciernen completamente a las Hermandades. Todos estos temas servirían para más tarde hacer una puesta en común por grupos para la posterior elaboración del documento final.
Fue una suerte muy grande para los miembros de la Junta de Gobierno que allí estuvimos, el poder escuchar de boca de expertos como los que tuvimos la suerte de contar entre nosotros, todo lo referente a estos temas.
A las dos de la tarde compartimos una comida fraternal con todos los participantes, así como con otros miembros de Juntas de Gobierno de nuestro pueblo.
Tras la comida nos dividieron en grupos para debatir y aportar soluciones o ideas, en referencia a los temas que se habían tratado por la mañana. Fue sin duda una oportunidad única, donde pudimos expresar nuestras opiniones y deseos, y donde pudimos compartir un agradable rato con miembros de Hermandades de otros puntos de la Archidiócesis.
Para cerrar la jornada del sábado, tuvimos la gran suerte de participar en el itinerario religioso-cultural que nuestros hermanos de Ocaña habían preparado. Visitamos todas las iglesias de la localidad que, dicho sea de paso, es una maravilla, así como la exposición de la Semana Santa, Declarada de Interés Turístico Nacional. A lo largo del recorrido tuvieron lugar varias actuaciones musicales que no tuvieron desperdicio.
Tuvimos la grandísima suerte de conocer a los miembros de la Junta de Gobierno de la Hermandad de Ntra. Sra. de los Dolores de Ocaña, cuyo Presidente, Manu, tuvo la grandísima amabilidad de acompañarnos durante nuestra estancia en la localidad. Tuvimos la oportunidad de contemplar la bellísima imagen de la Virgen de los Dolores, Titular de su Hermandad al igual que la nuestra. Fue un encuentro inesperado pero que si Dios quiere dará mucho fruto, pues hablámos de proyectos en común, que de llevarse a cabo, darían un gran impulso a nuestras hermandades. ¡Gracias Hermanos de Ocaña por vuestra amabilísima acogida!
El balance que hacemos de este II Encuentro no puede ser más positivo; hemos aprendido mucho y desde hoy intentaremos trasmitiroslo a vosotros, nuestros hermanos y hermanas. Haremos todo lo que esté en nuestra mano por hacer de nuestra Hermandad una Hermandad grande, una Hermandad consolidada en la fe.
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